Resumiendo el 2013 y recibiendo al 2014: El año pasado se me
ocurrió casarme y ha sido lo más chingón que me ha pasado en muuuucho tiempo.
Ahora tengo con quien pelearme y hacerle la vida de cuadritos, también tengo a
alguien que me defienda de los bravucones y quien acepta mis punes solo con un
"eres una marrana" en lugar de abandonarme por ello.
Ahora tengo a alguien a quien gangrenarle el brazo mientras
me abraza por las noches, también tengo a un borracho divertido y quien paga
por mis canales favoritos para ya no tener TV abierta, ni robarme el Internet.
A alguien que tiende la cama casi todos los días y quien no deja la tapa del
baño levantada. Tengo a alguien para hostigar con besos y alguien que me hace
llorar, sentir celos, ira, admiración y un profundo amor.
Cerré el año en familia y con nuevas promesas. Por cierto,
ahora hice propósitos: estresarme menos y disfrutar el viaje, difícil, lo sé,
pero el año pasado trajo grandes lecciones que no estoy dispuesta a aprender de
nuevo #niquefueramel. Todo el año fue una ganga, porque ahora de verdad ya no
estoy sola. Mi mano izquierda y su dedo anular ya no serán los mismos.
El 2013 fue increíble porque me casé, así de sencillo y
especial, pero también trajo muchos albures entre amigos y comidas en Acir con
Panditas, Takis y Krankys de postre. Me regaló borracheras con “te quiero
mushos” incluídos. Además, obtuve la bendición de ver a mis padres con alegría
y sin frustración por la distancia.
Aprendí aún más sobre redes sociales, creé fanpages en FB,
escribí muchísimos post, tomé un chingo de fotos de personas famosas a quien
stalkeaba con mi teléfono (les tomo foto aunque no se dejen). Puse a prueba mi
tolerancia y cambié de compu como tres veces para terminar con una muy choncha,
llegaron nuevos integrantes al equipo. Hemos crecido, hemos cambiado, hemos
madurado.
Mis amigos también tomaron decisiones importantes: se
casaron, algunos se comprometieron, empezaron un noviazgo, regresaron, se
fueron, dejaron su trabajo para lanzarse a la aventura, se embarazaron,
tuvieron hijos, decidieron irse del país. El 2013 fue un año de cambios
inesperados con voltereta de 360 grados.
También el año pasado fue muy excitante, vi dos veces a mi
hermana, vi a mi primo, a mis primas, conviví más con Tiuchis y Gus. Encontré a
nuevos amigos y a una bola, Coco cambió de look como tres veces, corrí menos,
pero hice más ejercicio del esperado, bajé y subí de peso, me corté el cabello
(mucho), obtuvimos muebles nuevos, todo salió bien en mis exámenes médicos, me
estresé, pero también amé mucho. En fin.
Espero que el 2014 me traiga lo que le pedí porque eso
implica portarse mal, muy mal (guiño, guiño). ¡Bienvenido, putito! Ahí te
encargo no cobrar facturas en diciembre. ¡Y que el viaje dure lo que tenga que
durar! #malditoalcohol
Por cierto, también hice muchísimas caricaturas, eso quiere
decir que o me volví más productiva o mi círculo de personitas especiales
creció, quiero creer que fueron ambas.
A seguirle poniendo huevos… 2014.
*Estas caricaturas fueron hechas en 2013. Yeah!!!
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