miércoles, 29 de enero de 2014

Ser feliz con amor


“Yo quiero ser feliz” es lo que voy a responder de ahora en adelante cada vez que me pregunten: “¿Qué quieres de tu vida?” Sí, eso quiero, quiero ser feliz, muy feliz. Encontré la fórmula mágica para ello, los ingredientes están, la aplicación es lo difícil. Les explico.

En los últimos tres años aprendí mucho sobre el amor y descubrí que es la clave de mi felicidad. Todos los días tuve que escribir sobre él en manifestaciones positivas que involucraban al amor en todo lo que somos y lo que hacemos, fue un trabajo realmente delicioso.

Escribí en 140 caracteres, y cuando se me permitía hasta en más, cómo podías descubrir el amor: por ti, por tu pareja, por tu familia, por tus amigos, por tu mascota, por tu trabajo, por la naturaleza, por las reivindicaciones sociales, por las festividades, por gustos excéntricos, en fin. Leí mucho y también puse de mi cosecha.

Ahora, mi fórmula para ser feliz es: amar con todas mis fuerzas, todo el tiempo. Ya sé, suena cursi, pero funciona, el amor me llevó a hacer ejercicio, comer saludable, pensar en los otros, sonreír todos los días, realizar mi trabajo con dedicación y humildad, hacer pequeños sacrificios, levantarme temprano, llegar a mis metas, no hacerle a los otros lo que no me gustaría que me hicieran, a perdonar.

Aplicar la fórmula consiste en que el amor por “algo” no tiene que ser enfermizo. Voy a utilizar el ejemplo del trabajo: Existen personas que lo aman por encima de todos, pero en lugar de ser amor, se vuelve una obsesión (ajá sí, como la canción), así empiezan a creer que es lo único en su vida, lo celan, lo maltratan y embarran a los que están a su alrededor (cucú y súper cucú).  No hay equilibrio en ellos, y es que hay tantas cosas que podemos amar al mismo tiempo y sin interferencia.

Desde mi muy particular punto de vista, amar al trabajo de forma enfermiza es buscar poder en un lugar donde se va a aprender, salir tarde solo para quedar bien, maltratar a los compañeros de trabajo para obtener resultados que solo benefician intereses personales (cuáles, no sé), humillar a las personas  porque su puesto se los permite, cacarear triunfos que no son propios y hablar mucho y hacer poco.

Hoy quiero decirles también que aprendí a valorar mi trabajo y amarlo con respeto, también aprendí que lo que siempre hablará de mí es lo que he hecho, nunca lo que yo diga será tan efectivo como lo que a simple vista se ve. Así nunca tendré miedo de que vaya a donde vaya encontraré pasión y amor por lo que haga, porque respeto mi trabajo. Y bueno, el amor enfermizo se da en tantos lados, el trabajo fue mi ejemplo, encuentre usté los propios.

Lo dije, la fórmula está ahí, e insisto lo difícil es aplicarla, porque muchas veces me dejé llevar por pensamientos obsesivos que mi hicieron daño, por darle importancia a cosas que no la tenían, por ser soberbia y creer que yo hacía siempre las cosas bien, por la incongruencia propia del ser humano y porque sí, el chisme es sabroso.

Hoy quiero dejar atrás el criticar por criticar, quiero ser alguien que juzgue su propio mundo bajo sus propios errores y dejar que el mundo se destruya solo si así lo quiere. No voy a permitirme el autosabotear todo lo que he trabajado. Mi gastritis, las clases que di, el escribir noticias, el trabajar de noche (de esa clase de trabajo no) y el ser todóloga me dan el derecho a seguir aprendiendo y disfrutar el proceso.

Nomás por no dejar, quiero manifestar que la fórmula puede aplicarse bajo distintos objetivos. Si el dinero y la posición es lo que buscan, chingón, pero no esperen que los demás tengan la misma meta, existen personas como yo que no buscan ser jefes, sino líderes (algún día, crucen dedos).

La vida es maravillosa y yo amo mucho a mi esposo, a mi papá, a mi mamá, a mi hermana, a mis tíos, a mis primos, a mi familia política, a mis amigos, a la gente buena ondita, a mi trabajo y al arcoíris jeje.

Aquí les dejo la canción que me ha manteniendo con ganas de que todo funcione. Ustedes saben, soy rete popera, así que si encuentran el símil en el género musical de su preferencia, está igualmente chingón.

PD. Gracias por leer mi chorote. Ahora sí:


jueves, 2 de enero de 2014

Evocando el sentimiento

Interactive disfrutando el 2014.


miércoles, 1 de enero de 2014

Chau, 2013 - Hola, 2014

Resumiendo el 2013 y recibiendo al 2014: El año pasado se me ocurrió casarme y ha sido lo más chingón que me ha pasado en muuuucho tiempo. Ahora tengo con quien pelearme y hacerle la vida de cuadritos, también tengo a alguien que me defienda de los bravucones y quien acepta mis punes solo con un "eres una marrana" en lugar de abandonarme por ello.

Ahora tengo a alguien a quien gangrenarle el brazo mientras me abraza por las noches, también tengo a un borracho divertido y quien paga por mis canales favoritos para ya no tener TV abierta, ni robarme el Internet. A alguien que tiende la cama casi todos los días y quien no deja la tapa del baño levantada. Tengo a alguien para hostigar con besos y alguien que me hace llorar, sentir celos, ira, admiración y un profundo amor.

Cerré el año en familia y con nuevas promesas. Por cierto, ahora hice propósitos: estresarme menos y disfrutar el viaje, difícil, lo sé, pero el año pasado trajo grandes lecciones que no estoy dispuesta a aprender de nuevo #niquefueramel. Todo el año fue una ganga, porque ahora de verdad ya no estoy sola. Mi mano izquierda y su dedo anular ya no serán los mismos.

El 2013 fue increíble porque me casé, así de sencillo y especial, pero también trajo muchos albures entre amigos y comidas en Acir con Panditas, Takis y Krankys de postre. Me regaló borracheras con “te quiero mushos” incluídos. Además, obtuve la bendición de ver a mis padres con alegría y sin frustración por la distancia.

Aprendí aún más sobre redes sociales, creé fanpages en FB, escribí muchísimos post, tomé un chingo de fotos de personas famosas a quien stalkeaba con mi teléfono (les tomo foto aunque no se dejen). Puse a prueba mi tolerancia y cambié de compu como tres veces para terminar con una muy choncha, llegaron nuevos integrantes al equipo. Hemos crecido, hemos cambiado, hemos madurado.

Mis amigos también tomaron decisiones importantes: se casaron, algunos se comprometieron, empezaron un noviazgo, regresaron, se fueron, dejaron su trabajo para lanzarse a la aventura, se embarazaron, tuvieron hijos, decidieron irse del país. El 2013 fue un año de cambios inesperados con voltereta de 360 grados.

También el año pasado fue muy excitante, vi dos veces a mi hermana, vi a mi primo, a mis primas, conviví más con Tiuchis y Gus. Encontré a nuevos amigos y a una bola, Coco cambió de look como tres veces, corrí menos, pero hice más ejercicio del esperado, bajé y subí de peso, me corté el cabello (mucho), obtuvimos muebles nuevos, todo salió bien en mis exámenes médicos, me estresé, pero también amé mucho. En fin.

Espero que el 2014 me traiga lo que le pedí porque eso implica portarse mal, muy mal (guiño, guiño). ¡Bienvenido, putito! Ahí te encargo no cobrar facturas en diciembre. ¡Y que el viaje dure lo que tenga que durar! #malditoalcohol

Por cierto, también hice muchísimas caricaturas, eso quiere decir que o me volví más productiva o mi círculo de personitas especiales creció, quiero creer que fueron ambas.

A seguirle poniendo huevos… 2014.




*Estas caricaturas fueron hechas en 2013. Yeah!!!

miércoles, 29 de enero de 2014

Ser feliz con amor


“Yo quiero ser feliz” es lo que voy a responder de ahora en adelante cada vez que me pregunten: “¿Qué quieres de tu vida?” Sí, eso quiero, quiero ser feliz, muy feliz. Encontré la fórmula mágica para ello, los ingredientes están, la aplicación es lo difícil. Les explico.

En los últimos tres años aprendí mucho sobre el amor y descubrí que es la clave de mi felicidad. Todos los días tuve que escribir sobre él en manifestaciones positivas que involucraban al amor en todo lo que somos y lo que hacemos, fue un trabajo realmente delicioso.

Escribí en 140 caracteres, y cuando se me permitía hasta en más, cómo podías descubrir el amor: por ti, por tu pareja, por tu familia, por tus amigos, por tu mascota, por tu trabajo, por la naturaleza, por las reivindicaciones sociales, por las festividades, por gustos excéntricos, en fin. Leí mucho y también puse de mi cosecha.

Ahora, mi fórmula para ser feliz es: amar con todas mis fuerzas, todo el tiempo. Ya sé, suena cursi, pero funciona, el amor me llevó a hacer ejercicio, comer saludable, pensar en los otros, sonreír todos los días, realizar mi trabajo con dedicación y humildad, hacer pequeños sacrificios, levantarme temprano, llegar a mis metas, no hacerle a los otros lo que no me gustaría que me hicieran, a perdonar.

Aplicar la fórmula consiste en que el amor por “algo” no tiene que ser enfermizo. Voy a utilizar el ejemplo del trabajo: Existen personas que lo aman por encima de todos, pero en lugar de ser amor, se vuelve una obsesión (ajá sí, como la canción), así empiezan a creer que es lo único en su vida, lo celan, lo maltratan y embarran a los que están a su alrededor (cucú y súper cucú).  No hay equilibrio en ellos, y es que hay tantas cosas que podemos amar al mismo tiempo y sin interferencia.

Desde mi muy particular punto de vista, amar al trabajo de forma enfermiza es buscar poder en un lugar donde se va a aprender, salir tarde solo para quedar bien, maltratar a los compañeros de trabajo para obtener resultados que solo benefician intereses personales (cuáles, no sé), humillar a las personas  porque su puesto se los permite, cacarear triunfos que no son propios y hablar mucho y hacer poco.

Hoy quiero decirles también que aprendí a valorar mi trabajo y amarlo con respeto, también aprendí que lo que siempre hablará de mí es lo que he hecho, nunca lo que yo diga será tan efectivo como lo que a simple vista se ve. Así nunca tendré miedo de que vaya a donde vaya encontraré pasión y amor por lo que haga, porque respeto mi trabajo. Y bueno, el amor enfermizo se da en tantos lados, el trabajo fue mi ejemplo, encuentre usté los propios.

Lo dije, la fórmula está ahí, e insisto lo difícil es aplicarla, porque muchas veces me dejé llevar por pensamientos obsesivos que mi hicieron daño, por darle importancia a cosas que no la tenían, por ser soberbia y creer que yo hacía siempre las cosas bien, por la incongruencia propia del ser humano y porque sí, el chisme es sabroso.

Hoy quiero dejar atrás el criticar por criticar, quiero ser alguien que juzgue su propio mundo bajo sus propios errores y dejar que el mundo se destruya solo si así lo quiere. No voy a permitirme el autosabotear todo lo que he trabajado. Mi gastritis, las clases que di, el escribir noticias, el trabajar de noche (de esa clase de trabajo no) y el ser todóloga me dan el derecho a seguir aprendiendo y disfrutar el proceso.

Nomás por no dejar, quiero manifestar que la fórmula puede aplicarse bajo distintos objetivos. Si el dinero y la posición es lo que buscan, chingón, pero no esperen que los demás tengan la misma meta, existen personas como yo que no buscan ser jefes, sino líderes (algún día, crucen dedos).

La vida es maravillosa y yo amo mucho a mi esposo, a mi papá, a mi mamá, a mi hermana, a mis tíos, a mis primos, a mi familia política, a mis amigos, a la gente buena ondita, a mi trabajo y al arcoíris jeje.

Aquí les dejo la canción que me ha manteniendo con ganas de que todo funcione. Ustedes saben, soy rete popera, así que si encuentran el símil en el género musical de su preferencia, está igualmente chingón.

PD. Gracias por leer mi chorote. Ahora sí:


jueves, 2 de enero de 2014

Evocando el sentimiento

Interactive disfrutando el 2014.


miércoles, 1 de enero de 2014

Chau, 2013 - Hola, 2014

Resumiendo el 2013 y recibiendo al 2014: El año pasado se me ocurrió casarme y ha sido lo más chingón que me ha pasado en muuuucho tiempo. Ahora tengo con quien pelearme y hacerle la vida de cuadritos, también tengo a alguien que me defienda de los bravucones y quien acepta mis punes solo con un "eres una marrana" en lugar de abandonarme por ello.

Ahora tengo a alguien a quien gangrenarle el brazo mientras me abraza por las noches, también tengo a un borracho divertido y quien paga por mis canales favoritos para ya no tener TV abierta, ni robarme el Internet. A alguien que tiende la cama casi todos los días y quien no deja la tapa del baño levantada. Tengo a alguien para hostigar con besos y alguien que me hace llorar, sentir celos, ira, admiración y un profundo amor.

Cerré el año en familia y con nuevas promesas. Por cierto, ahora hice propósitos: estresarme menos y disfrutar el viaje, difícil, lo sé, pero el año pasado trajo grandes lecciones que no estoy dispuesta a aprender de nuevo #niquefueramel. Todo el año fue una ganga, porque ahora de verdad ya no estoy sola. Mi mano izquierda y su dedo anular ya no serán los mismos.

El 2013 fue increíble porque me casé, así de sencillo y especial, pero también trajo muchos albures entre amigos y comidas en Acir con Panditas, Takis y Krankys de postre. Me regaló borracheras con “te quiero mushos” incluídos. Además, obtuve la bendición de ver a mis padres con alegría y sin frustración por la distancia.

Aprendí aún más sobre redes sociales, creé fanpages en FB, escribí muchísimos post, tomé un chingo de fotos de personas famosas a quien stalkeaba con mi teléfono (les tomo foto aunque no se dejen). Puse a prueba mi tolerancia y cambié de compu como tres veces para terminar con una muy choncha, llegaron nuevos integrantes al equipo. Hemos crecido, hemos cambiado, hemos madurado.

Mis amigos también tomaron decisiones importantes: se casaron, algunos se comprometieron, empezaron un noviazgo, regresaron, se fueron, dejaron su trabajo para lanzarse a la aventura, se embarazaron, tuvieron hijos, decidieron irse del país. El 2013 fue un año de cambios inesperados con voltereta de 360 grados.

También el año pasado fue muy excitante, vi dos veces a mi hermana, vi a mi primo, a mis primas, conviví más con Tiuchis y Gus. Encontré a nuevos amigos y a una bola, Coco cambió de look como tres veces, corrí menos, pero hice más ejercicio del esperado, bajé y subí de peso, me corté el cabello (mucho), obtuvimos muebles nuevos, todo salió bien en mis exámenes médicos, me estresé, pero también amé mucho. En fin.

Espero que el 2014 me traiga lo que le pedí porque eso implica portarse mal, muy mal (guiño, guiño). ¡Bienvenido, putito! Ahí te encargo no cobrar facturas en diciembre. ¡Y que el viaje dure lo que tenga que durar! #malditoalcohol

Por cierto, también hice muchísimas caricaturas, eso quiere decir que o me volví más productiva o mi círculo de personitas especiales creció, quiero creer que fueron ambas.

A seguirle poniendo huevos… 2014.




*Estas caricaturas fueron hechas en 2013. Yeah!!!