lunes, 28 de mayo de 2012

¡Amo mi presente!


En ocasiones me amarro al pasado como si supiera hacer nuditos de niña exploradora y no, en realidad debería amarrarme así sólo las agujetas de mis tenis. Tal parece que esas cuerditas lastiman más de lo que deberían. 

Ya no quiero hacer llamadas de larga distancia a lugares, tropiezos, palabras y rostros que no existen más en mi presente. No quiero llamar más porque hacen interferencia con lo que vivo, porque como sea, me merezco lo que pasa, sí, todo lo bueno. 

Paradójicamente, aquello que pasó no debe irse, porque cada cosa que fue trajo una vida nueva incluyendo "efectos especiales y fuegos artificiales". Así, como dice la canción "la vida entera nos espera". 

Y bueno, la tendencia lineal es así: pasado - miedo - reacción– pasado – enojo – tristeza – silencio – llanto – pelea – “las mismas palabras”– consuelo – sonrisa – hecho al azar – pasado. Y todo se repite cíclicamente. De esta pequeña fórmula lo único a lo que le tengo pavor son a dos cosas: Al miedo y al hecho al azar. 

Porque como bien dice la filosofía panda: “Uno siempre encuentra su destino en el camino que toma para evitarlo”. Le tengo miedo al abandono y a un “ya no te quiero más”. Odio al pasado por sus estragos, lo amo por lo que me dejó ser. No quiero atraer lo que detesto con tan solo pensarlo. 

Se aceptan propuestas para dejar estacionada la máquina del tiempo (en el desierto de preferencia). Quiero gritar todos los días: ¡AMO MI PRESENTE!


miércoles, 23 de mayo de 2012

Afortunadamente yo sigo enamorada

Estar enamorada es de esas sensaciones que a veces me provocan comezón, además de algunas cuantas cosquillas con todo y sus "efectos secundarios". En realidad, el estar enamorada es una de esas cosas que puedo presumir con los cachetitos coloraos.

Como muchos, al principio me enamoré de una ilusión, incluso de mi torpeza espontánea cada vez que lo veía, de sus pasitos lentos por aquel pasillo con una mochila amarilla en la espalda, me enamoré de su mirada hacia el piso, hacia mí, hacia el coche de a lado.

Me enamoré de lo que sentía con sus primeros besos y de la emoción por comer helados junto a él, bonita combinación: azúcar y besos. También me enamoré de su desfachatez y junto con eso de la palabra misma. Eres un chico "desfachatado" y eso me trae "di un ala".

Junto a él he hecho y no hecho cosas, en realidad, sí, he aprendido mucho. Por cierto, qué locura los conciertos, los estoy empezando a amar, no tanto como a él, pero junto a él... insisto, qué locura. Brincar, brincar, brincar, cantar, cantar y otras aventuras.

Al principio me enamoré, así de sencillo. Ahora, al enamorarme me "enprincipio" todos los días, al parecer sigue lo nuevo, las sorpresas, eso que no esperabas que hiciera y al mismo tiempo esperabas y  lo hace con un plus integrado, con su estilo, mejorando mi imaginación.

Afortunadamente,  todavía me pongo nerviosa los viernes como a eso de las 3:45 por aquello del “viernes toca”. Y entre semana, lo nerviosita comienza como a las 8:00 pm o cuando escucho rechinidos en la entrada acompañados del ruido de un motor pequeño. Además, afortunadamente cuando lo huelo comienzan a rebotar mis hormonas y no otras cosas, sí, afortunada yo soy.

Estoy enamorada de su grinchés, de sus tenis, de sus manos, de su risa cagada, de cómo saluda a nuestro perro, de sus tweets y las reacciones por los tweets de los demás, de que se apasione (mas no por lo que se apasiona, aún trabajo en eso del amor al futbol).

Enamorada estoy del no poder, ni querer, ni imaginar ya no estar con él, del que cada día me conozca más y le atine a lo que me regala, de que sepa las palabras exactas que voy a decir en una situación al azar; también lo estoy de sus frases coquetas y de los apodos que me pone (convencionales no tanto, guarros un mucho).

Estoy enamorada de sus chistecitos sobre mi ser empalagoso (masoquista soy, lo sé), de su forma de dormir, del que haya sido un desmadre, sea un desmadre, siga siendo un desmadre y le valga serlo. Estoy enamorada de cómo tolera mis cambios de ánimo. Ok, sí, es mi novio y sigo enamorada de él, afortunadamente. 

Me pregunto qué diré en algunos años, bah, no importa… hoy estoy enamorada.

viernes, 4 de mayo de 2012

Cumpleañitos

Todo comenzó con zapatillas para correr y varias horas soñando, le siguió una hermosa sorpresa hotdogsesca, con globos y así (gracias a que hot dog dejó que los duendes adornaran mi compu). Después fueron muchos, muchos apapachos, por teléfono, por Facebook, por Twitter, por aquí, por allá y más por presumir (con apá, amá y hermanichis incluidos). 

Continúo con la tragadera típica, pizza y pastel, mucho pastel. De repente, ¡zaz!, un changosaurito de azúcar y… más pastel. Compañía, abrazos, y millones de bendiciones. GRACIAS AL UNIVERSO por poner en mi camino a personas tan maravillosas. LOS AMO… Feliz cumpleaños a La Foreys, ajá sí, ajá. ¡GRACIAS! De verdad, ¡GRACIAS!






lunes, 28 de mayo de 2012

¡Amo mi presente!


En ocasiones me amarro al pasado como si supiera hacer nuditos de niña exploradora y no, en realidad debería amarrarme así sólo las agujetas de mis tenis. Tal parece que esas cuerditas lastiman más de lo que deberían. 

Ya no quiero hacer llamadas de larga distancia a lugares, tropiezos, palabras y rostros que no existen más en mi presente. No quiero llamar más porque hacen interferencia con lo que vivo, porque como sea, me merezco lo que pasa, sí, todo lo bueno. 

Paradójicamente, aquello que pasó no debe irse, porque cada cosa que fue trajo una vida nueva incluyendo "efectos especiales y fuegos artificiales". Así, como dice la canción "la vida entera nos espera". 

Y bueno, la tendencia lineal es así: pasado - miedo - reacción– pasado – enojo – tristeza – silencio – llanto – pelea – “las mismas palabras”– consuelo – sonrisa – hecho al azar – pasado. Y todo se repite cíclicamente. De esta pequeña fórmula lo único a lo que le tengo pavor son a dos cosas: Al miedo y al hecho al azar. 

Porque como bien dice la filosofía panda: “Uno siempre encuentra su destino en el camino que toma para evitarlo”. Le tengo miedo al abandono y a un “ya no te quiero más”. Odio al pasado por sus estragos, lo amo por lo que me dejó ser. No quiero atraer lo que detesto con tan solo pensarlo. 

Se aceptan propuestas para dejar estacionada la máquina del tiempo (en el desierto de preferencia). Quiero gritar todos los días: ¡AMO MI PRESENTE!


miércoles, 23 de mayo de 2012

Afortunadamente yo sigo enamorada

Estar enamorada es de esas sensaciones que a veces me provocan comezón, además de algunas cuantas cosquillas con todo y sus "efectos secundarios". En realidad, el estar enamorada es una de esas cosas que puedo presumir con los cachetitos coloraos.

Como muchos, al principio me enamoré de una ilusión, incluso de mi torpeza espontánea cada vez que lo veía, de sus pasitos lentos por aquel pasillo con una mochila amarilla en la espalda, me enamoré de su mirada hacia el piso, hacia mí, hacia el coche de a lado.

Me enamoré de lo que sentía con sus primeros besos y de la emoción por comer helados junto a él, bonita combinación: azúcar y besos. También me enamoré de su desfachatez y junto con eso de la palabra misma. Eres un chico "desfachatado" y eso me trae "di un ala".

Junto a él he hecho y no hecho cosas, en realidad, sí, he aprendido mucho. Por cierto, qué locura los conciertos, los estoy empezando a amar, no tanto como a él, pero junto a él... insisto, qué locura. Brincar, brincar, brincar, cantar, cantar y otras aventuras.

Al principio me enamoré, así de sencillo. Ahora, al enamorarme me "enprincipio" todos los días, al parecer sigue lo nuevo, las sorpresas, eso que no esperabas que hiciera y al mismo tiempo esperabas y  lo hace con un plus integrado, con su estilo, mejorando mi imaginación.

Afortunadamente,  todavía me pongo nerviosa los viernes como a eso de las 3:45 por aquello del “viernes toca”. Y entre semana, lo nerviosita comienza como a las 8:00 pm o cuando escucho rechinidos en la entrada acompañados del ruido de un motor pequeño. Además, afortunadamente cuando lo huelo comienzan a rebotar mis hormonas y no otras cosas, sí, afortunada yo soy.

Estoy enamorada de su grinchés, de sus tenis, de sus manos, de su risa cagada, de cómo saluda a nuestro perro, de sus tweets y las reacciones por los tweets de los demás, de que se apasione (mas no por lo que se apasiona, aún trabajo en eso del amor al futbol).

Enamorada estoy del no poder, ni querer, ni imaginar ya no estar con él, del que cada día me conozca más y le atine a lo que me regala, de que sepa las palabras exactas que voy a decir en una situación al azar; también lo estoy de sus frases coquetas y de los apodos que me pone (convencionales no tanto, guarros un mucho).

Estoy enamorada de sus chistecitos sobre mi ser empalagoso (masoquista soy, lo sé), de su forma de dormir, del que haya sido un desmadre, sea un desmadre, siga siendo un desmadre y le valga serlo. Estoy enamorada de cómo tolera mis cambios de ánimo. Ok, sí, es mi novio y sigo enamorada de él, afortunadamente. 

Me pregunto qué diré en algunos años, bah, no importa… hoy estoy enamorada.

viernes, 4 de mayo de 2012

Cumpleañitos

Todo comenzó con zapatillas para correr y varias horas soñando, le siguió una hermosa sorpresa hotdogsesca, con globos y así (gracias a que hot dog dejó que los duendes adornaran mi compu). Después fueron muchos, muchos apapachos, por teléfono, por Facebook, por Twitter, por aquí, por allá y más por presumir (con apá, amá y hermanichis incluidos). 

Continúo con la tragadera típica, pizza y pastel, mucho pastel. De repente, ¡zaz!, un changosaurito de azúcar y… más pastel. Compañía, abrazos, y millones de bendiciones. GRACIAS AL UNIVERSO por poner en mi camino a personas tan maravillosas. LOS AMO… Feliz cumpleaños a La Foreys, ajá sí, ajá. ¡GRACIAS! De verdad, ¡GRACIAS!