martes, 10 de diciembre de 2013

Las mujeres y sus dolores


A los 13 no entendí por qué a mamá le hubiera gustado tener un niño, su respuesta fue clara pero no me gustó: “Porque las niñas sufren más”. ¿Por qué sufren más? A decir verdad no sé qué tanto puede sufrir un niño, mi mamá tendrá las razones específicas, pero son muy suyas como para insistir en robárselas. En estos 15 años yo saqué mis propias conclusiones.

Primero, me encantaría pasar un rato en la mente de un varón, saber qué piensa, cómo reacciona y cómo disfruta ciertos placeres (sin marranadas) y lo quiero saber sólo por curiosa y para descartar otras teorías sobre el por qué las niñas sufren más.

Y bueno, a los 13 no tenía preocupaciones, ni cambios hormonales, ni amores, ni malas calificaciones. Mi vida era tranquila, un poco flat, excepto por aquel bullying estúpido. A los 14 todo cambió y empezó a doler de muchas formas y también empecé a llorar sin razón “aparente” (aún lo hago con frecuencia). Lágrimas y dolor, curioso.

Noté algo: Me volví más aprensiva, los comentarios negativos dolían igual o más que la indiferencia, los celos y el miedo. Así, de pronto llegaron sentimientos de “grandes”. ¿Qué hacer? Ya estaban ahí y una vez adquiridos, jamás se van. También me di cuenta que los muchachitos que crecían a mi alrededor no les afectaba tanto como a mí, lo dejaban fluir (cualidad que admiro muchísimo).

Poco a poco llegaron las dichosas experiencias, esas que duelen mucho, como el primer adiós, el “y ahora qué hago”, el “ya no te quiero” y así. Ahora a mis 28, lloro más, los cambios hormonales pegan de una manera absurda, la indiferencia que antes era medianamente ignorada hoy no puedo tolerarla. El amor, el amor duele más.

Y por lo que he escrito hasta ahora, la frase “te pusiste muy mujer” me queda perfecta en este momento con lo intensa que me leo. No sé si a los hombres les pasa o no, pero a mí como mujer me causa mucho conflicto la explosión de sentimentalismos (algunos absurdos, otros no) que tienden más al llanto que a otra cosa.

Si mamá se refería a que las mujeres sufren más porque viven en constantes batallas de emociones y sentimientos, porque duelen físicamente los cambios, porque aún existe el machismo, porque toman las situaciones impersonales en personales, porque la arman de “a pedo” sin siquiera entender ellas mismas, porque no olvidan tan fácil, porque requieren apapachos, palabras bonitas y caricias todo el tiempo. Si mamá se refería a todo eso, entonces, ya la entendí.


***

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martes, 10 de diciembre de 2013

Las mujeres y sus dolores


A los 13 no entendí por qué a mamá le hubiera gustado tener un niño, su respuesta fue clara pero no me gustó: “Porque las niñas sufren más”. ¿Por qué sufren más? A decir verdad no sé qué tanto puede sufrir un niño, mi mamá tendrá las razones específicas, pero son muy suyas como para insistir en robárselas. En estos 15 años yo saqué mis propias conclusiones.

Primero, me encantaría pasar un rato en la mente de un varón, saber qué piensa, cómo reacciona y cómo disfruta ciertos placeres (sin marranadas) y lo quiero saber sólo por curiosa y para descartar otras teorías sobre el por qué las niñas sufren más.

Y bueno, a los 13 no tenía preocupaciones, ni cambios hormonales, ni amores, ni malas calificaciones. Mi vida era tranquila, un poco flat, excepto por aquel bullying estúpido. A los 14 todo cambió y empezó a doler de muchas formas y también empecé a llorar sin razón “aparente” (aún lo hago con frecuencia). Lágrimas y dolor, curioso.

Noté algo: Me volví más aprensiva, los comentarios negativos dolían igual o más que la indiferencia, los celos y el miedo. Así, de pronto llegaron sentimientos de “grandes”. ¿Qué hacer? Ya estaban ahí y una vez adquiridos, jamás se van. También me di cuenta que los muchachitos que crecían a mi alrededor no les afectaba tanto como a mí, lo dejaban fluir (cualidad que admiro muchísimo).

Poco a poco llegaron las dichosas experiencias, esas que duelen mucho, como el primer adiós, el “y ahora qué hago”, el “ya no te quiero” y así. Ahora a mis 28, lloro más, los cambios hormonales pegan de una manera absurda, la indiferencia que antes era medianamente ignorada hoy no puedo tolerarla. El amor, el amor duele más.

Y por lo que he escrito hasta ahora, la frase “te pusiste muy mujer” me queda perfecta en este momento con lo intensa que me leo. No sé si a los hombres les pasa o no, pero a mí como mujer me causa mucho conflicto la explosión de sentimentalismos (algunos absurdos, otros no) que tienden más al llanto que a otra cosa.

Si mamá se refería a que las mujeres sufren más porque viven en constantes batallas de emociones y sentimientos, porque duelen físicamente los cambios, porque aún existe el machismo, porque toman las situaciones impersonales en personales, porque la arman de “a pedo” sin siquiera entender ellas mismas, porque no olvidan tan fácil, porque requieren apapachos, palabras bonitas y caricias todo el tiempo. Si mamá se refería a todo eso, entonces, ya la entendí.


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