domingo, 10 de octubre de 2010

Amordazarte no lo haré más

Había querido ocultar las anteriores palabras, no me gusta contar esa parte de mi pasado, pero aquellas letritas cumplieron con uno de sus propósitos, escupir lo que me incomodaba. Y hoy ya puedo respirar con nuevos y “putitos” aires. 

En el camino entendí muchos pedos o a muchos pedos, da igual, uno en específico sin sueños etílicos me dijo que no era él, sino el destino… y así entendí y dejé de llorar.

En el libro sobre duelos que leí en mi “famosa huida” a la tierra alcoholizada de tequila, encontré que los duelos se dan incluso si la persona no se ha ido, porque aunque esté en esencia siempre habrá cambios y uno tiene que aprender a dejar ir a quien es, pero ya no es, ustedes entienden, ¿no?

También entendí lo que me gritaban esas etapas, las que nos dicen que tenemos que vivir, las que nos imponemos, las que surgen, las que están, se van y regresan, esas… esas etapas que nos hacen crecer. Te dejé ir, Morales, y entendí porqué te fuiste, así te dije adiós con un pañuelo blanco y dos lágrimas, únicamente de recuerdo.

Qué vivas intensamente o que vivas lo que necesites y desees, esas etapas que tanto me rogabas por vivir y con las que sólo tú te encarcelabas. Amordazarte no lo haré más, ni a ti ni a tu recuerdo, no es necesario y simplemente ya no quiero, porque te quiero, así de cacofónico el tema.

Gracias, estoy bien.
...
La Foreys

1 comentario:

  1. Este también me gusto... y creo q hizo TOOOING en uno q otro aspecto de mi vida... Cierto, debemos saber dejar las cosas donde pertenecen en el pasado, llamense personas, etapas...lo q sea...cerrar ciclos, aventarse a los cambios... jaaa algo q escuche una vez: "pena jamás llorada, pena jamás sanada" .... en parte tiene su verdad

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domingo, 10 de octubre de 2010

Amordazarte no lo haré más

Había querido ocultar las anteriores palabras, no me gusta contar esa parte de mi pasado, pero aquellas letritas cumplieron con uno de sus propósitos, escupir lo que me incomodaba. Y hoy ya puedo respirar con nuevos y “putitos” aires. 

En el camino entendí muchos pedos o a muchos pedos, da igual, uno en específico sin sueños etílicos me dijo que no era él, sino el destino… y así entendí y dejé de llorar.

En el libro sobre duelos que leí en mi “famosa huida” a la tierra alcoholizada de tequila, encontré que los duelos se dan incluso si la persona no se ha ido, porque aunque esté en esencia siempre habrá cambios y uno tiene que aprender a dejar ir a quien es, pero ya no es, ustedes entienden, ¿no?

También entendí lo que me gritaban esas etapas, las que nos dicen que tenemos que vivir, las que nos imponemos, las que surgen, las que están, se van y regresan, esas… esas etapas que nos hacen crecer. Te dejé ir, Morales, y entendí porqué te fuiste, así te dije adiós con un pañuelo blanco y dos lágrimas, únicamente de recuerdo.

Qué vivas intensamente o que vivas lo que necesites y desees, esas etapas que tanto me rogabas por vivir y con las que sólo tú te encarcelabas. Amordazarte no lo haré más, ni a ti ni a tu recuerdo, no es necesario y simplemente ya no quiero, porque te quiero, así de cacofónico el tema.

Gracias, estoy bien.
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La Foreys

1 comentario:

  1. Este también me gusto... y creo q hizo TOOOING en uno q otro aspecto de mi vida... Cierto, debemos saber dejar las cosas donde pertenecen en el pasado, llamense personas, etapas...lo q sea...cerrar ciclos, aventarse a los cambios... jaaa algo q escuche una vez: "pena jamás llorada, pena jamás sanada" .... en parte tiene su verdad

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